Vide escribió: Sab Dic 04, 2021 4:13 pm
Hacer chistes de calvos si que es humor negro por qué al final te estás riendo de un colectivo por su condición biológica de no tener pelo, que viene a ser lo mismo que el pene pequeño que citas y que como tal a mí no me parece mal siempre que no señales a nadie en concreto. Con el síndrome de down pese a que a priori podría parecer un tema similar ya me lo pienso bastante más por qué al final estás usando como objeto de humor a personas anímicamente muy imprevisibles que en algunos casos se.pueden reír de tus gracias y en otros los puedas llevar a la depresión con ello.
Bajo ese prisma casi todo humor es humor negro, porque el humor en la mayoría de los casos pasa por ridiculizar un aspecto de una persona o un colectivo.
Normalmente cuando haces un chiste sobre calvos o micropenes el objetivo de la risa suele ser gente no calva o sin micropene, ya que son defectos que suelen derivar en complejos importantes en esas personas. No en todos los casos, como tampoco todas las gordas o todas las chicas sin pecho tienen complejo, pero si en muchos casos. Pero normalmente esos chistes están volcados a la risa de gente que no tiene esos defectos. Lo mismo para la gente con síndrome de down... Los chistes no van dirigidos a esas personas.
Con independencia de ello, yo abogo porque no se limite legalmente la libertad de hacer chistes, aunque sean de muy mal gusto. Y esta libertad es la de expresión, y más en un contexto artístico como es la interpretación o el humor. No tiene que gustarme lo que dice alguien para que yo defienda que lo pueda decir. El chiste del notas este me parece de muy mal gusto, especialmente porque se "mete" con alguien (un colectivo) especialmente vulnerable que ni siquiera tiene capacidad de entenderlo, y por ello es más controvertido. Me parece de mal gusto y hace que el tío me caiga mal, pero no por ello creo que se deba prohibir algo así, y menos que constituya un delito.
Este es tu principal problema, te estoy diciendo que si bien en principio tú intención pueda ser no ofender a una persona, el acto de hacer reír a la gente con la desgracia de otra si que tiene una implicación aún más jodida anímicamente que el que si la insultases de frente y eso es así te pongas como te pongas, y tu no haz salido del argumento vacío de generación de cristal que es básicamente decir "los otros están mal, yo no" todo el rato.
No creo que mi principal problema sea de comprensión, la verdad

Además, me estás atribuyendo unas palabras que yo no he dicho. No he hablado de generación de cristal, porque creo que esto no se encuentra en una generación en concreto sino en algunas personas (no pocas) de la sociedad en su conjunto.
Y claro que me parece importante, y mucho, que el objetivo sea ofender o no, con independencia de cómo se sienta algún supuesto ofendido. El cómo se sienta un receptor de un mensaje no puede ser, en ningún caso, algo determinante en el momento de juzgar lo que dice una persona.
Volvemos a la diferencia entre la mala educación y el mal gusto y la legalidad o el delito.
Yo puedo opinar que el Islam, tal y como se profesa, supone para las mujeres y los homosexuales un perjuicio constante. Esto puede ofender a los musulmanes, y ofenderles mucho si digo cualquier cosa contra su religión. Debo callarme porque les va a ofender? Quien tiene el problema, ellos o yo?
Yo defiendo el humor negro en tanto a qué creo que es sano reírnos de nosotros mismos, pero no en tanto a temas que empiezan a demostrar falta de empatía por víctimas de accidentes o delitos graves.
Entonces tu defiendes el humor blanco, no el negro.
Sobre lo que comenta Mutaito agregar solo una cosa, lo que diga un PJ no deja de ser también responsabilidad del que lo interpreta, caso al que tampoco compararía con un PJ de libro, película o teatro, pero en general estoy de acuerdo con el.
Esto me parece una auténtica locura. Condenemos socialmente a Anthony Hopkins, entonces.
Creo, sin acritud, que no distingues bien entre realidad y ficción. El arte trata sobre todo, cosas bonitas y cosas feas, pero que emocionen, que generen un sentimiento en la persona que la disfruta. El sentimiento puede ser también asco, rabia o tristeza.