Proceso de publicación de una novela.
Publicado: Mar Ene 29, 2019 10:55 pm
Me gustaría explicar un poco la experiencia que estoy viviendo como novelista novel (jojo, ya me salen aliteraciones reiterativas solas)
Una vez terminado el libro, en un proceso arduo y solitario en el que te quieres morir ya que tú estás hypeado con tu obra pero el miedo al plagio, así como la pereza de tus amistades para leerla, impiden que puedas compartir impresiones y consejos sobre aquello que estás creando. Es una de las formas de arte menos agradecidas de concebir, dado que para que alguien pueda opinar necesita hacer un relativo esfuerzo y sentarse a leer varios capítulos. Cualquiera puede dedicarte tres minutos y medio de su tiempo a escucharte una canción, o puede echarle un ojo a la última sesión de fotos; sin embargo, esto tiene más miga. Has de descartar a los no lectores (tristemente, un sector al alza) y de ahí sacar a gente que no esté agobiada con el trabajo o que sólo conciba el entretenimiento a través de Netflix.
Bien, ya te has devanado los sesos con tu historia y más o menos tienes algo con cara y ojos. Empieza la primera decisión. ¿Me consigo un corrector literario o la registro primero? Si el corrector literario es una persona de confianza, supongo que puedes contar con su ayuda en primera instancia. Si no, yo lo registraría primero para evitarme sorpresas desagradables. Vamos a asumir que el corrector no es de confianza.
Paso primordial es acudir a registrarla. En mi caso me cobraron veinticinco euros, amén de tener que firmar, uno a uno, los trescientos treinta y dos folios que tiene la obra. Bien, ya es tuya. Ya nadie podrá utilizar la historia sin retribuirte derechos de autor. Conviene destacar que, aunque tú puedes registrar tu obra y las situaciones, no puedes (obviamente) registrar figuras públicas que han trascendido al folklore popular. De la misma manera que no tienes que pagarle derechos de autor a nadie si utilizas a... qué se yo, el Rey Agamenón, no esperes que nadie te dé a ti un duro porque use una versión parecida a tu Agamenón. El tema de los derechos de autor es un pelín controvertido y sujeto a vacíos legales de todo tipo, porque dónde empieza la inspiración, el homenaje o el plagio no siempre es un terreno fácil de pisar.
Bueno, tienes tu manuscrito registrado. Ahora llega el momento del corrector literario. Básicamente un individuo que cobra por apañarte la obra en cuestiones ortotipográficas. Revisa puntuación, reorganiza párrafos, elimina fragmentos que considera redundantes o reescribe elementos que no quedan claros en la obra. Mucha gente considera que su primer libro está perfecto tal y como está y que va a pegar el campanazo. Mentira, no lo va a dar y seguramente esté horrorosamente mal. Conviene siempre ponerse en manos de uno (se anuncian por internet, mismamente) o ir a lo baraturro y coger a tu amigo lingüista o filólogo y pedirle el favor, gratis o a cambio de cervezas. Ahí el resultado ya dependerá...
Asumamos que todo ha ido bien y tienes tu obra con la carita lavada y (tú piensas que) lista. Es el momento de contar con otra persona: El agente literario.
Este señor básicamente actúa como mánager. Decide en qué editoriales puede tener cabida la obra, la mueve, le habla de ella a sus contactos en el mundillo y etc. Una diferencia clave con el mundo de la música es la forma de pago. El mánager musical generalmente te pide un adelanto para hacer "su magia" y creo que todos tenemos la idea del aprovechadillo casposo que tanga a los grupos noveles las primeras veces. Aquí afortunadamente no. El agente literario no cobra por adelantado, sino que negocia contigo una comisión por cada ejemplar vendido, una vez la obra haya salido a mercado.
Esto te da ciertas garantías de que el tipo va a hacer bien su trabajo, porque le interesa tanto como a ti que la obra se venda. Los contratos con los agentes literarios suelen rondar un 15% o un 20% de lo que te llevas tú por cada ejemplar vendido.
Bien, una vez localizadas las editoriales que según el agente se amoldan mejor a la obra, bien porque allí tiene contactos, bien por lo que sea, es el momento de enviar la carta de presentación. Básicamente se trata de redactar un currículum vitae de la obra con un resumen íntegro de la misma así como una pequeña reflexión sobre por qué crees que la obra es interesante o puede tener éxito entre el público.
Generalmente no se enviará a una sóla editorial, sino a varias. Olvidáos de que os vayan a contestar fácilmente. Habrá cien que os rechacen por cada una que diga que sí.
En un plazo de entre uno y tres meses, las editoriales interesadas (si las hubiera) te enviarán un E-mail diciendo que el proyecto les interesa y que quieren leer el manuscrito. Cabe destacar que en este primer paso, la editorial no está obligada a responderte. Puede ser que nunca lo haga si no les interesa. De hecho, es lo más probable.
Una vez que has enviado el manuscrito, tienen un plazo de entre tres y seis meses para responderte. A diferencia del caso anterior, aquí sí que te responderán, tanto para decir que sí les interesa, como para decir que no. Una vez que enviéis el manuscrito, tendréis una respuesta tarde o temprano, sea la que sea.
En caso de que sea "sí", tu agente concertará una reunión con alguien de la editorial. Pueden contar contigo o no, en mi caso sí contaron conmigo. En cualquier caso, el tipo de la editorial se limitará a hablar de las condiciones del contrato con tu agente y a ti te preguntará dos o tres cosas puntuales sobre la obra que él considere de interés. Generalmente incidirá de nuevo en la rentabilidad de la misma y en que le expliques por qué crees que podría tener éxito (es recomendable aprenderte un discursito con los puntos fuertes de la obra de cara al público y pensar qué tiene que ofrecer, teniendo en cuenta las últimas tendencias, modas, gustos etc.)
Bien, has firmado el contrato. Como curiosidad, diré que un buen contrato con la editorial suele rondar entre un 10 y un 15% de porcentaje por cada ejemplar vendido (restándole el 15% de tu parte, que será para el agente) Es decir, que si tu libro se fija en 20 euros, por cada persona que lo compre te llevarás dos euros, menos cuarenta céntimos para el agente. 1'60 en total. Parece poco y realmente lo es, pero bueno... hay gente que vende doscientos ejemplares y gente que vende cientos de miles o millones.
Estás dentro. Ahora empieza el propio proceso de corrección por parte de la editorial, que pasará hasta tres cribas (ortotipográfica, contenidos y mercantil) donde el personal de la editorial retocará, corregirá, reestructurará, censurará lo que no considere adecuado etc. Probablemente cuando el proceso termine no reconozcáis vuestra propia obra, habrá personajes que hayan desaparecido porque no tengan una función en la obra, otros que hayan sido fusionados porque eran muy parecidos y cosas así. Siendo noveles no tenéis mucho que decir en este aspecto, dependerá de lo que queráis que el contenido sea tal cual.
Una vez que terminen te enviarán un borrador con lo que será la novela, lista para salir a mercado. Tú has de dar el visto bueno, intercambiar opiniones y negociar y justificar con ellos los cambios, como os acabo de decir. En este proceso, la propia editorial te asegurará un ilustrador para la portada, a menos que quieras encargarte tú mismo porque tengas capacidades para ello, o encargárselo a alguien. Ahí ya depende de la manga ancha que te den y la propia calidad de tu propuesta.
Una vez que se llega a consenso, según marca la ley de regulación de contratos (artículos 58-73 de la ley de propiedad intelectual) el plazo para publicar la obra no podrá exceder los dos años para ejemplares de primera o única edición (lo que nos interesa en este caso) desde el momento en el que se llega a consenso con la editorial y la obra está en condiciones para ser lanzada a mercado. El plazo para traducirla a otros idiomas será de cinco años.
Y esto viene a ser todo.
Una vez terminado el libro, en un proceso arduo y solitario en el que te quieres morir ya que tú estás hypeado con tu obra pero el miedo al plagio, así como la pereza de tus amistades para leerla, impiden que puedas compartir impresiones y consejos sobre aquello que estás creando. Es una de las formas de arte menos agradecidas de concebir, dado que para que alguien pueda opinar necesita hacer un relativo esfuerzo y sentarse a leer varios capítulos. Cualquiera puede dedicarte tres minutos y medio de su tiempo a escucharte una canción, o puede echarle un ojo a la última sesión de fotos; sin embargo, esto tiene más miga. Has de descartar a los no lectores (tristemente, un sector al alza) y de ahí sacar a gente que no esté agobiada con el trabajo o que sólo conciba el entretenimiento a través de Netflix.
Bien, ya te has devanado los sesos con tu historia y más o menos tienes algo con cara y ojos. Empieza la primera decisión. ¿Me consigo un corrector literario o la registro primero? Si el corrector literario es una persona de confianza, supongo que puedes contar con su ayuda en primera instancia. Si no, yo lo registraría primero para evitarme sorpresas desagradables. Vamos a asumir que el corrector no es de confianza.
Paso primordial es acudir a registrarla. En mi caso me cobraron veinticinco euros, amén de tener que firmar, uno a uno, los trescientos treinta y dos folios que tiene la obra. Bien, ya es tuya. Ya nadie podrá utilizar la historia sin retribuirte derechos de autor. Conviene destacar que, aunque tú puedes registrar tu obra y las situaciones, no puedes (obviamente) registrar figuras públicas que han trascendido al folklore popular. De la misma manera que no tienes que pagarle derechos de autor a nadie si utilizas a... qué se yo, el Rey Agamenón, no esperes que nadie te dé a ti un duro porque use una versión parecida a tu Agamenón. El tema de los derechos de autor es un pelín controvertido y sujeto a vacíos legales de todo tipo, porque dónde empieza la inspiración, el homenaje o el plagio no siempre es un terreno fácil de pisar.
Bueno, tienes tu manuscrito registrado. Ahora llega el momento del corrector literario. Básicamente un individuo que cobra por apañarte la obra en cuestiones ortotipográficas. Revisa puntuación, reorganiza párrafos, elimina fragmentos que considera redundantes o reescribe elementos que no quedan claros en la obra. Mucha gente considera que su primer libro está perfecto tal y como está y que va a pegar el campanazo. Mentira, no lo va a dar y seguramente esté horrorosamente mal. Conviene siempre ponerse en manos de uno (se anuncian por internet, mismamente) o ir a lo baraturro y coger a tu amigo lingüista o filólogo y pedirle el favor, gratis o a cambio de cervezas. Ahí el resultado ya dependerá...
Asumamos que todo ha ido bien y tienes tu obra con la carita lavada y (tú piensas que) lista. Es el momento de contar con otra persona: El agente literario.
Este señor básicamente actúa como mánager. Decide en qué editoriales puede tener cabida la obra, la mueve, le habla de ella a sus contactos en el mundillo y etc. Una diferencia clave con el mundo de la música es la forma de pago. El mánager musical generalmente te pide un adelanto para hacer "su magia" y creo que todos tenemos la idea del aprovechadillo casposo que tanga a los grupos noveles las primeras veces. Aquí afortunadamente no. El agente literario no cobra por adelantado, sino que negocia contigo una comisión por cada ejemplar vendido, una vez la obra haya salido a mercado.
Esto te da ciertas garantías de que el tipo va a hacer bien su trabajo, porque le interesa tanto como a ti que la obra se venda. Los contratos con los agentes literarios suelen rondar un 15% o un 20% de lo que te llevas tú por cada ejemplar vendido.
Bien, una vez localizadas las editoriales que según el agente se amoldan mejor a la obra, bien porque allí tiene contactos, bien por lo que sea, es el momento de enviar la carta de presentación. Básicamente se trata de redactar un currículum vitae de la obra con un resumen íntegro de la misma así como una pequeña reflexión sobre por qué crees que la obra es interesante o puede tener éxito entre el público.
Generalmente no se enviará a una sóla editorial, sino a varias. Olvidáos de que os vayan a contestar fácilmente. Habrá cien que os rechacen por cada una que diga que sí.
En un plazo de entre uno y tres meses, las editoriales interesadas (si las hubiera) te enviarán un E-mail diciendo que el proyecto les interesa y que quieren leer el manuscrito. Cabe destacar que en este primer paso, la editorial no está obligada a responderte. Puede ser que nunca lo haga si no les interesa. De hecho, es lo más probable.
Una vez que has enviado el manuscrito, tienen un plazo de entre tres y seis meses para responderte. A diferencia del caso anterior, aquí sí que te responderán, tanto para decir que sí les interesa, como para decir que no. Una vez que enviéis el manuscrito, tendréis una respuesta tarde o temprano, sea la que sea.
En caso de que sea "sí", tu agente concertará una reunión con alguien de la editorial. Pueden contar contigo o no, en mi caso sí contaron conmigo. En cualquier caso, el tipo de la editorial se limitará a hablar de las condiciones del contrato con tu agente y a ti te preguntará dos o tres cosas puntuales sobre la obra que él considere de interés. Generalmente incidirá de nuevo en la rentabilidad de la misma y en que le expliques por qué crees que podría tener éxito (es recomendable aprenderte un discursito con los puntos fuertes de la obra de cara al público y pensar qué tiene que ofrecer, teniendo en cuenta las últimas tendencias, modas, gustos etc.)
Bien, has firmado el contrato. Como curiosidad, diré que un buen contrato con la editorial suele rondar entre un 10 y un 15% de porcentaje por cada ejemplar vendido (restándole el 15% de tu parte, que será para el agente) Es decir, que si tu libro se fija en 20 euros, por cada persona que lo compre te llevarás dos euros, menos cuarenta céntimos para el agente. 1'60 en total. Parece poco y realmente lo es, pero bueno... hay gente que vende doscientos ejemplares y gente que vende cientos de miles o millones.
Estás dentro. Ahora empieza el propio proceso de corrección por parte de la editorial, que pasará hasta tres cribas (ortotipográfica, contenidos y mercantil) donde el personal de la editorial retocará, corregirá, reestructurará, censurará lo que no considere adecuado etc. Probablemente cuando el proceso termine no reconozcáis vuestra propia obra, habrá personajes que hayan desaparecido porque no tengan una función en la obra, otros que hayan sido fusionados porque eran muy parecidos y cosas así. Siendo noveles no tenéis mucho que decir en este aspecto, dependerá de lo que queráis que el contenido sea tal cual.
Una vez que terminen te enviarán un borrador con lo que será la novela, lista para salir a mercado. Tú has de dar el visto bueno, intercambiar opiniones y negociar y justificar con ellos los cambios, como os acabo de decir. En este proceso, la propia editorial te asegurará un ilustrador para la portada, a menos que quieras encargarte tú mismo porque tengas capacidades para ello, o encargárselo a alguien. Ahí ya depende de la manga ancha que te den y la propia calidad de tu propuesta.
Una vez que se llega a consenso, según marca la ley de regulación de contratos (artículos 58-73 de la ley de propiedad intelectual) el plazo para publicar la obra no podrá exceder los dos años para ejemplares de primera o única edición (lo que nos interesa en este caso) desde el momento en el que se llega a consenso con la editorial y la obra está en condiciones para ser lanzada a mercado. El plazo para traducirla a otros idiomas será de cinco años.
Y esto viene a ser todo.