Spoiler:
En mis brazos se hallaba, esa persona que siempre estuvo para mi.
En mis brazos se hallaba, el sentido de mi vida.
En mis brazos se hallaba, la persona mas importante de mi existencia.
No sabría explicar detalladamente los acontecimientos en estos momentos, pues me encuentro a mi mismo incrédulo de los veloces sucesos que nos han arrollado.
No descubro el porque de este destino cruel, por lo visto, mi sino es perder a todo lo que amo.
Quien lo diría, que me encontraría otra vez con el sentimiento de la desesperación, quien diría que la impotencia me saludaría otra vez, quien diría que mis lagrimas caerían una vez mas...
Noto su peso en mis brazos, que cuerpo tan ligero, tan frágil, pero tan lleno de fortaleza, ahora desvanecida, la impotencia me presiona, su vida se desvanece ante mi.
Iluso de mi, pues realmente creí que viviría una buena vida, que se haría borrón y cuenta nueva. Que iluso fui, debería haber sabido que jamas viviría tranquilo. Mi destino es vivir entre el amargo sufrimiento, como si tuviese que cargar con las fallas de los demás hasta caer derrotado, agotado y tener que contemplar el horror que me rodea.
Aquí estoy, de rodillas, cargando con lo único que me adhiere en este mundo, mientras veo que todo se desmorona a mi alrededor.
Tanto mi mundo interior como el exterior esta diluviando, todo esta siendo derruido. Gritos por doquier, aunque no se si es la gente en el puro pánico o mi corazón que se desgarra...
La razón y el entendimiento llegan a mi como el paso de las tortugas, lentamente, como si sortearan mil y una trampas para llegar a mi, finalmente proceso todo. Viene a mi como un haz de luz, instantánea, dolorosamente instantánea.
Ella había sacrificado su vida, había venido al centro de la catástrofe para sanarme, en su mano derecha tenia fuertemente agarrada una especie de probeta, donde había un liquido verde, una cura cuasi instantánea de las heridas, producto fabricado a partir de la semilla senzu, lo sorprendente era que lo había echo de la nada, pues hacia décadas que no existían las semillas.
Desgraciadamente una de tantas explosiones la alcanzo, el impacto no fue grande, pero lo suficiente para acabar con su vida.
Lagrimas saladas caían de mis ojos como si dos cascadas se tratasen, volteo mi mirada hacia ella, conectando mis ojos con los suyos.
Veo dolor, dolor que atraviesa todo mi ser, un dolor tan intenso que parece hacer temblar el mundo entero, un dolor acumulado desde años, cargando más y más, hasta estallar.
En su rostro se marcaba perfectamente el sufrimiento, la desilusión y el temor, el temor de dejarme solo. Con dificultad me sonríe, una sonrisa forzada, como si ella tuviese que reunir toda su fuerza para expresarla.
— Lo siento — susurraba con dificultad — tendrás que continuar solo. Se fuerte, no te rindas ahora, todo sera en vano si caes, no estas solo, tanto yo, como los demás viviremos en tu corazón.
Dio su ultimo suspiro y cerro los ojos, falleciendo en mis brazos.
Grite con todas mis fuerzas, tanto que mi garganta se resintió, tanto que mis pulmones me dolieron exigiendo aire, me aferre a su cuerpo con mas fuerza, negando todo, mandándolo todo al cuerno, mi ser estaba siendo extinguido y yo no podía impedirlo.
Mientras dos tipos aterrizaron delante de mi, levante mi vista, allí estaban, la causa de todo, seres diabólicos de fuerza imaginable, seres que un cerrar de ojos podían hacerme desaparecer. Pero mis heridas ya no me dolían, el dolor se había ido con ella, con ella se fue todo.
El tipo bajito ordenaba al gordinflón rosado que me matara, este por lo visto no estaba muy interesado, mi primer enfrentamiento con el seria la causa de tal poco interés, sinceramente me daba igual.
Porque Bulma Brief se hallaba en mis brazos.
En mis brazos se hallaba, el sentido de mi vida.
En mis brazos se hallaba, la persona mas importante de mi existencia.
No sabría explicar detalladamente los acontecimientos en estos momentos, pues me encuentro a mi mismo incrédulo de los veloces sucesos que nos han arrollado.
No descubro el porque de este destino cruel, por lo visto, mi sino es perder a todo lo que amo.
Quien lo diría, que me encontraría otra vez con el sentimiento de la desesperación, quien diría que la impotencia me saludaría otra vez, quien diría que mis lagrimas caerían una vez mas...
Noto su peso en mis brazos, que cuerpo tan ligero, tan frágil, pero tan lleno de fortaleza, ahora desvanecida, la impotencia me presiona, su vida se desvanece ante mi.
Iluso de mi, pues realmente creí que viviría una buena vida, que se haría borrón y cuenta nueva. Que iluso fui, debería haber sabido que jamas viviría tranquilo. Mi destino es vivir entre el amargo sufrimiento, como si tuviese que cargar con las fallas de los demás hasta caer derrotado, agotado y tener que contemplar el horror que me rodea.
Aquí estoy, de rodillas, cargando con lo único que me adhiere en este mundo, mientras veo que todo se desmorona a mi alrededor.
Tanto mi mundo interior como el exterior esta diluviando, todo esta siendo derruido. Gritos por doquier, aunque no se si es la gente en el puro pánico o mi corazón que se desgarra...
La razón y el entendimiento llegan a mi como el paso de las tortugas, lentamente, como si sortearan mil y una trampas para llegar a mi, finalmente proceso todo. Viene a mi como un haz de luz, instantánea, dolorosamente instantánea.
Ella había sacrificado su vida, había venido al centro de la catástrofe para sanarme, en su mano derecha tenia fuertemente agarrada una especie de probeta, donde había un liquido verde, una cura cuasi instantánea de las heridas, producto fabricado a partir de la semilla senzu, lo sorprendente era que lo había echo de la nada, pues hacia décadas que no existían las semillas.
Desgraciadamente una de tantas explosiones la alcanzo, el impacto no fue grande, pero lo suficiente para acabar con su vida.
Lagrimas saladas caían de mis ojos como si dos cascadas se tratasen, volteo mi mirada hacia ella, conectando mis ojos con los suyos.
Veo dolor, dolor que atraviesa todo mi ser, un dolor tan intenso que parece hacer temblar el mundo entero, un dolor acumulado desde años, cargando más y más, hasta estallar.
En su rostro se marcaba perfectamente el sufrimiento, la desilusión y el temor, el temor de dejarme solo. Con dificultad me sonríe, una sonrisa forzada, como si ella tuviese que reunir toda su fuerza para expresarla.
— Lo siento — susurraba con dificultad — tendrás que continuar solo. Se fuerte, no te rindas ahora, todo sera en vano si caes, no estas solo, tanto yo, como los demás viviremos en tu corazón.
Dio su ultimo suspiro y cerro los ojos, falleciendo en mis brazos.
Grite con todas mis fuerzas, tanto que mi garganta se resintió, tanto que mis pulmones me dolieron exigiendo aire, me aferre a su cuerpo con mas fuerza, negando todo, mandándolo todo al cuerno, mi ser estaba siendo extinguido y yo no podía impedirlo.
Mientras dos tipos aterrizaron delante de mi, levante mi vista, allí estaban, la causa de todo, seres diabólicos de fuerza imaginable, seres que un cerrar de ojos podían hacerme desaparecer. Pero mis heridas ya no me dolían, el dolor se había ido con ella, con ella se fue todo.
El tipo bajito ordenaba al gordinflón rosado que me matara, este por lo visto no estaba muy interesado, mi primer enfrentamiento con el seria la causa de tal poco interés, sinceramente me daba igual.
Porque Bulma Brief se hallaba en mis brazos.
