Spoiler:
Los ánimos de Babidi se habían enfriado. La alegría que había sentido al ver que el medidor de energía marcaba el tope casi se había desvanecido y reemplazado por confusión al comprobar que Majin Buu no aparecía. Había estado saliendo humo de la base sobre la que se encontraba el huevo y después… nada.
-¿Qué está pasando? ¿Por qué no se abre el huevo?-quiso saber Babidi, rodeando el huevo para buscar algún cambio.
Entonces percibió algo de lo que no se había percatado. El humo que había salido no se había disipado, si no que se había acumulado en el aire. Y ahora ese humo se estaba concentrando y tomando forma.
-Puede ser que…
El humo se había hecho sólido, formando una figura humanoide.
-¡Yuuujuuuu!-exclamó el ser en el aire, antes de aterrizar en el suelo ante Babidi.
El brujo le observó de arriba a abajo atónito. Lo que tenía delante era un ser rosado, obeso y de aspecto ridículo.
_No puede ser… ¿De verdad esta cosa es Majin Buu?_pensaba Babidi temiendo haberse equivocado_. ¿No será que aquel tipo que me dio toda la información me mintió?
Entonces cerca de ellos, justo donde estaba la nave de Babidi enterrada se produjo una gran explosión. De entre el humo aparecieron Pan, Bra, Kaioh Shin y Kibito. Habían descendido desde el cuarto nivel a la sala desde dónde Babidi les había observado un rato antes, y tras verificar que ni Babidi ni el huevo de Majin Buu se encontraban allí dentro Pan había decidido destruir la nave para salir de ella.
-¡Mi nave! ¡Desgraciados, ¿cómo os atrevéis?-a Babidi no le había sentado demasiado bien la acción de Pan.
-No... Es realmente él... Majin Buu ha resucitado...-dijo Kaioh Shin con cara de terror.
-Así que esta cosa rosa es verdaderamente Majin Buu...-confirmó Babidi con las palabras de Kaioh Shin.
En ese momento Buu estaba haciendo estiramientos, contento de ser libre de nuevo. Babidi se acercó a él.
-¡Escuchame Majin Buu, soy Babidi, el hijo de Bibidi, la persona que te creó, así que tienes que obedecerme!
La respuesta de Buu fue hacerle burlas a Babidi.
-¡Que sepas que me se el hechizo para volver a encerrarte, así que más te vale obedecerme o te encontrarás de nuevo encerrado en esa bola!
Ante esta revelación Majin Buu sí que reaccionó.
-Tus deseos son órdenes-dijo haciéndole una reverencia teatral al brujo.
-Ese es Majin Buu, ¿eh?-dijo Kibito estudiando al peligroso enemigo del que tanto le había hablado Kaioh Shin-. Pese a su aspecto bonachón está haciendo que me cueste reprimir el deseo de salir huyendo lo más rápido que pueda...
-¿Qué vamos a hacer? Estamos perdidos...-murmuró Kaioh Shin desesperanzado.
-Es realmente fuerte, incluso más que el Buu de mi mundo. Es imposible que le gane ni aún habiéndome transformado en Supersaiyana 2-tuvo que reconocer Pan.
-No podemos luchar contra él, pero no servirá de nada huir. ¿No podemos hacer absolutamente nada?-dijo Bra haciéndose eco del estado de animo de los demás.
En ese momento dos personas se acercaron volando. Eran dos humanos, calvos y con una M en la frente. Aterrizaron junto a Babidi.
-Señor Babidi, le traemos la energía-informo uno de ellos que llevaba el contenedor de energía en las manos.
-Ju, ju, que tontos sois. Buu ya ha resucitado, así que no os necesito para nada. ¡Buu, aquí está mi primera orden, acaba con ellos!
-¡Buuu! ¡Tengo hambre!-exclamó Majin Buu acercándose a sus objetivos, que todavía no asimilaban la situación en la que se encontraban.
-¡Detente!-gritó Pan.
-¡Os convertiré en galletas!-Majin Buu echó hacia adelante la antena de su cabeza y de ella salio un rayo que convirtió a sus dos presas en galletas. Se comió las galletas de un bocado cada una.
-¡Oh, que poder tan interesante!-elogió Babidi, entonces se volvió hacia Kaioh Shin y los demás y les señaló con el dedo-. Es hora de que me muestres tu auténtico poder, ¡mátalos!
Buu les miró, y los objetivos de su mirada no pudieron reprimir un escalofrío de miedo.
-Dejadme hablar con él. El Buu de nuestro mundo no es malo, quizá si lo intento consigo hacerle entrar en razón-les pidió Pan a sus compañeros.
-Está bien, inténtalo. De todas formas si luchamos contra él no tenemos ninguna posibilidad…-tuvo que admitir Kaioh Shin.
Buu se acercaba dando saltitos y Pan se plantó en mitad de su camino.
-¡Espera Buu! Por favor, no hagas nada y escúchame. Ni tienes por qué hacerle caso a ese malvado brujo. Matar y destruir está mal, no tienes…
-¡Cállate!-la interrumpió Babidi-Buu, no les escuches y acaba con ellos. ¡Que no se te olvide que si no haces lo que te digo te encerraré de nuevo!
En ese momento Babidi salió despedido como si le acabaran de golpear. Había sido Kaioh Shin con un Kiai Ho. Kaioh Shin aprovechó y se dirigió hacia Babidi para rematarlo. Éste se cubrió con una barrera protectora. Kaioh Shin golpeó la barrera sin conseguir romperla. Entonces Babidi hizo que saliera una puntiaguda estalagmita del suelo, justo debajo de Kaioh Shin, y el dios se tuvo que alejar de un salto.
-¡Buu tienes que estar atento y protegerme!-le recriminó Babidi-. ¡Apresúrate y acaba con el pesado de Kaioh Shin ya!
-¡No lo hagas!-le suplicó Pan, pero Buu ignoró sus palabras y se plantó junto a Kaioh Shin en un momento.
-¡Ju, ju!-Buu le dio un doble bofetón y después siguió con un gancho hacia arriba que elevó a Kaioh Shin aún más alto. A continuación él también ascendió y se dejó caer de culo sobre él, arrastrándole en su descenso hacia el suelo, donde aterrizó con un fuerte choque.
-¡Uaagh!-se quejó Kaioh Shin de dolor, escupiendo saliva mezclada con sangre.
Kibito quitó a Buu de encima de su superior lanzándole un Kiai Ho a toda potencia con sus dos manos. Pero apenas afectó a Majin Buu. Éste se lo devolvió con tal fuerza que Kibito salió disparado y se perdió en la distancia.
-¡Eso es! ¡Ahora remata a Kaioh Shin!-apremió Babidi.
Cuando se disponía a hacerlo Pan se dirigió hacia él a toda velocidad y le dio una fuerte patada, que le hizo caer al suelo varios metros más allá.
-¡Bra, coge a Kaioh Shin y aléjate de aquí! ¡Busca a Kibito!-pidió Pan.
-¿Pero qué vas a hacer tú?
-Lucharé, parece que no queda más remedio.
Bra se acercó y recogió al maltrecho dios.
-Sabes que no tienes ninguna posibilidad…-expuso Kaioh Shin.
-Pues tendrá que producirse un milagro-respondió Pan.
-Pan… suerte…-deseó Bra, preocupada por su amiga.
Mientras Bra iniciaba su huida Pan se dirigió contra Babidi y le rompió la barrera de un solo golpe.
-¡Buu, ayúdame, que te encierrooo!-gritó asustado.
Antes de que Pan pudiera hacerle nada una mano la agarró del hombro. Era la de Majin Buu, que había estirado su brazo. El ser rosado atrajo entonces a Pan hacia él y le dio un fuerte cabezazo en toda la frente. La niña cayó al suelo, mareada y dolorida, mientras un hilillo de sangre le resbalaba por la frente procediente de una brecha que se le había abierto en el lugar del golpe.
_Uuugh… es demasiado fuerte… _pensaba Pan_¡No! ¡No puedo dejar que esto acabe así!
Sacando fuerzas de flaqueza Pan consiguió reponerse.
-¡Yaaaaa!-soprendiendo a Buu, utilizando toda la fuerza de la que disponía, Pan se lanzó al ataque.
Golpeó a Buu con una retahila de golpe continua hasta que notó que se mareaba de nuevo un poco y tuvo que parar. Majin Buu cayó al suelo ligeramente deformado y con varias abolladuras. Sin embargo no tardó en levantarse y se repuso completamente, sin dejar ningún rastro de los golpes que había recibido.
-¡Bien, increíble Buu, no te ha afectado para nada!-admiró Babidi la obra de su padre-. ¡Ahora acaba con ella, tenemos que ir en persecución de Kaioh Shin!
-¡Joooo! ¡Eso no ha estado bien, me ha molestado bastante, voy a tener que ponerme serio!-exclamó Majin Buu con un exagerado tono de indignación.
Pan se puso alerta al escuchar esto y se forzó a atacar de nuevo, pero esta vez su puñetazo se hundió en el moflete de Buu sin llegar a moverle ni un centímetro.
-¡Toma!-Buu dirigió una patada contra Pan, acertándole en el costado derecho, pillando de camino también su brazo, lo que la lanzó despedida hasta aterrizar en el suelo a una docena de metros.
Pan intentó moverse, pero se lo impidió un intenso dolor que casi la arrastra hasta la inconsciencia. El último golpe le había roto el brazo y posiblemente una o dos costillas. Mientras veía a Buu acercarse a ella con su mirada borrosa a causa de las lágrimas, Pan maldijo el momento en el que había aceptado utilizar la máquina del tiempo, decisión que había causado que en poco tiempo hubiera tenido que soportar más palizas y dolor que en el resto de su vida junta.
_Ju, y yo pensaba que los entrenamientos de Piccolo podían llegar a ser dolorosos-pensaba Pan amargamente, mientras a sus lágrimas de dolor se sumaban las de rabia y desdicha_. ¿Es este el final? ¿Voy a morir aquí, en un mundo extraño con la única compañía de Bra, que no tardará en correr la misma suerte?
Buu, ya estaba ante ella, pero en ese momento, como invocada por los pensamientos de Pan, repentinamente Bra intervino, corriendo a toda velocidad y embistiendo a Buu con todas sus fuerzas, el cual, tomado por sorpresa, fue derribado una vez más.
-Bra...-musitó Pan.
Bra miró a Pan, que ya había perdido la transformación en Supersaiyana y yacía en el suelo muy magullada y sin poder moverse.
-¡Pan, lo siento, si fuera más fuerte y valiente podría haberte ayudado, sin embargo eres tú la que siempre da la cara y tiene que defenderme! Así que esta vez no podía dejarte de nuevo a ti sola en esta situación desesperada. Me he obligado a venir a pesar de tener tanto miedo que tengo que esforzarme para no orinarme encima. Pero si vamos a morir, mejor hacerlo juntas.
-Gracias Bra... En realidad eres muy valiente... Aún no hay que perder la esperanza del todo-dijo Pan.
-Bueno, por ahora creo que lo mejor es intentar huir. Kibito está inconsciente, cuando se despierte y te cure...-Bra enmudeció cuando sintió una presencia amenazadora justo detrás de ella. Era Buu preparándose para asestar un golpe. Bra cerró los ojos aceptando lo inevitable, pero el golpe fatal nunca llegó. Un ataque de ki llegó de alguna parte y le voló la cabeza a Buu.
-¡No se te ocurra ponerle las manos encima a mi hija, pedazo de basura!-espetó Vegeta.
-¿Qué está pasando? ¿Por qué no se abre el huevo?-quiso saber Babidi, rodeando el huevo para buscar algún cambio.
Entonces percibió algo de lo que no se había percatado. El humo que había salido no se había disipado, si no que se había acumulado en el aire. Y ahora ese humo se estaba concentrando y tomando forma.
-Puede ser que…
El humo se había hecho sólido, formando una figura humanoide.
-¡Yuuujuuuu!-exclamó el ser en el aire, antes de aterrizar en el suelo ante Babidi.
El brujo le observó de arriba a abajo atónito. Lo que tenía delante era un ser rosado, obeso y de aspecto ridículo.
_No puede ser… ¿De verdad esta cosa es Majin Buu?_pensaba Babidi temiendo haberse equivocado_. ¿No será que aquel tipo que me dio toda la información me mintió?
Entonces cerca de ellos, justo donde estaba la nave de Babidi enterrada se produjo una gran explosión. De entre el humo aparecieron Pan, Bra, Kaioh Shin y Kibito. Habían descendido desde el cuarto nivel a la sala desde dónde Babidi les había observado un rato antes, y tras verificar que ni Babidi ni el huevo de Majin Buu se encontraban allí dentro Pan había decidido destruir la nave para salir de ella.
-¡Mi nave! ¡Desgraciados, ¿cómo os atrevéis?-a Babidi no le había sentado demasiado bien la acción de Pan.
-No... Es realmente él... Majin Buu ha resucitado...-dijo Kaioh Shin con cara de terror.
-Así que esta cosa rosa es verdaderamente Majin Buu...-confirmó Babidi con las palabras de Kaioh Shin.
En ese momento Buu estaba haciendo estiramientos, contento de ser libre de nuevo. Babidi se acercó a él.
-¡Escuchame Majin Buu, soy Babidi, el hijo de Bibidi, la persona que te creó, así que tienes que obedecerme!
La respuesta de Buu fue hacerle burlas a Babidi.
-¡Que sepas que me se el hechizo para volver a encerrarte, así que más te vale obedecerme o te encontrarás de nuevo encerrado en esa bola!
Ante esta revelación Majin Buu sí que reaccionó.
-Tus deseos son órdenes-dijo haciéndole una reverencia teatral al brujo.
-Ese es Majin Buu, ¿eh?-dijo Kibito estudiando al peligroso enemigo del que tanto le había hablado Kaioh Shin-. Pese a su aspecto bonachón está haciendo que me cueste reprimir el deseo de salir huyendo lo más rápido que pueda...
-¿Qué vamos a hacer? Estamos perdidos...-murmuró Kaioh Shin desesperanzado.
-Es realmente fuerte, incluso más que el Buu de mi mundo. Es imposible que le gane ni aún habiéndome transformado en Supersaiyana 2-tuvo que reconocer Pan.
-No podemos luchar contra él, pero no servirá de nada huir. ¿No podemos hacer absolutamente nada?-dijo Bra haciéndose eco del estado de animo de los demás.
En ese momento dos personas se acercaron volando. Eran dos humanos, calvos y con una M en la frente. Aterrizaron junto a Babidi.
-Señor Babidi, le traemos la energía-informo uno de ellos que llevaba el contenedor de energía en las manos.
-Ju, ju, que tontos sois. Buu ya ha resucitado, así que no os necesito para nada. ¡Buu, aquí está mi primera orden, acaba con ellos!
-¡Buuu! ¡Tengo hambre!-exclamó Majin Buu acercándose a sus objetivos, que todavía no asimilaban la situación en la que se encontraban.
-¡Detente!-gritó Pan.
-¡Os convertiré en galletas!-Majin Buu echó hacia adelante la antena de su cabeza y de ella salio un rayo que convirtió a sus dos presas en galletas. Se comió las galletas de un bocado cada una.
-¡Oh, que poder tan interesante!-elogió Babidi, entonces se volvió hacia Kaioh Shin y los demás y les señaló con el dedo-. Es hora de que me muestres tu auténtico poder, ¡mátalos!
Buu les miró, y los objetivos de su mirada no pudieron reprimir un escalofrío de miedo.
-Dejadme hablar con él. El Buu de nuestro mundo no es malo, quizá si lo intento consigo hacerle entrar en razón-les pidió Pan a sus compañeros.
-Está bien, inténtalo. De todas formas si luchamos contra él no tenemos ninguna posibilidad…-tuvo que admitir Kaioh Shin.
Buu se acercaba dando saltitos y Pan se plantó en mitad de su camino.
-¡Espera Buu! Por favor, no hagas nada y escúchame. Ni tienes por qué hacerle caso a ese malvado brujo. Matar y destruir está mal, no tienes…
-¡Cállate!-la interrumpió Babidi-Buu, no les escuches y acaba con ellos. ¡Que no se te olvide que si no haces lo que te digo te encerraré de nuevo!
En ese momento Babidi salió despedido como si le acabaran de golpear. Había sido Kaioh Shin con un Kiai Ho. Kaioh Shin aprovechó y se dirigió hacia Babidi para rematarlo. Éste se cubrió con una barrera protectora. Kaioh Shin golpeó la barrera sin conseguir romperla. Entonces Babidi hizo que saliera una puntiaguda estalagmita del suelo, justo debajo de Kaioh Shin, y el dios se tuvo que alejar de un salto.
-¡Buu tienes que estar atento y protegerme!-le recriminó Babidi-. ¡Apresúrate y acaba con el pesado de Kaioh Shin ya!
-¡No lo hagas!-le suplicó Pan, pero Buu ignoró sus palabras y se plantó junto a Kaioh Shin en un momento.
-¡Ju, ju!-Buu le dio un doble bofetón y después siguió con un gancho hacia arriba que elevó a Kaioh Shin aún más alto. A continuación él también ascendió y se dejó caer de culo sobre él, arrastrándole en su descenso hacia el suelo, donde aterrizó con un fuerte choque.
-¡Uaagh!-se quejó Kaioh Shin de dolor, escupiendo saliva mezclada con sangre.
Kibito quitó a Buu de encima de su superior lanzándole un Kiai Ho a toda potencia con sus dos manos. Pero apenas afectó a Majin Buu. Éste se lo devolvió con tal fuerza que Kibito salió disparado y se perdió en la distancia.
-¡Eso es! ¡Ahora remata a Kaioh Shin!-apremió Babidi.
Cuando se disponía a hacerlo Pan se dirigió hacia él a toda velocidad y le dio una fuerte patada, que le hizo caer al suelo varios metros más allá.
-¡Bra, coge a Kaioh Shin y aléjate de aquí! ¡Busca a Kibito!-pidió Pan.
-¿Pero qué vas a hacer tú?
-Lucharé, parece que no queda más remedio.
Bra se acercó y recogió al maltrecho dios.
-Sabes que no tienes ninguna posibilidad…-expuso Kaioh Shin.
-Pues tendrá que producirse un milagro-respondió Pan.
-Pan… suerte…-deseó Bra, preocupada por su amiga.
Mientras Bra iniciaba su huida Pan se dirigió contra Babidi y le rompió la barrera de un solo golpe.
-¡Buu, ayúdame, que te encierrooo!-gritó asustado.
Antes de que Pan pudiera hacerle nada una mano la agarró del hombro. Era la de Majin Buu, que había estirado su brazo. El ser rosado atrajo entonces a Pan hacia él y le dio un fuerte cabezazo en toda la frente. La niña cayó al suelo, mareada y dolorida, mientras un hilillo de sangre le resbalaba por la frente procediente de una brecha que se le había abierto en el lugar del golpe.
_Uuugh… es demasiado fuerte… _pensaba Pan_¡No! ¡No puedo dejar que esto acabe así!
Sacando fuerzas de flaqueza Pan consiguió reponerse.
-¡Yaaaaa!-soprendiendo a Buu, utilizando toda la fuerza de la que disponía, Pan se lanzó al ataque.
Golpeó a Buu con una retahila de golpe continua hasta que notó que se mareaba de nuevo un poco y tuvo que parar. Majin Buu cayó al suelo ligeramente deformado y con varias abolladuras. Sin embargo no tardó en levantarse y se repuso completamente, sin dejar ningún rastro de los golpes que había recibido.
-¡Bien, increíble Buu, no te ha afectado para nada!-admiró Babidi la obra de su padre-. ¡Ahora acaba con ella, tenemos que ir en persecución de Kaioh Shin!
-¡Joooo! ¡Eso no ha estado bien, me ha molestado bastante, voy a tener que ponerme serio!-exclamó Majin Buu con un exagerado tono de indignación.
Pan se puso alerta al escuchar esto y se forzó a atacar de nuevo, pero esta vez su puñetazo se hundió en el moflete de Buu sin llegar a moverle ni un centímetro.
-¡Toma!-Buu dirigió una patada contra Pan, acertándole en el costado derecho, pillando de camino también su brazo, lo que la lanzó despedida hasta aterrizar en el suelo a una docena de metros.
Pan intentó moverse, pero se lo impidió un intenso dolor que casi la arrastra hasta la inconsciencia. El último golpe le había roto el brazo y posiblemente una o dos costillas. Mientras veía a Buu acercarse a ella con su mirada borrosa a causa de las lágrimas, Pan maldijo el momento en el que había aceptado utilizar la máquina del tiempo, decisión que había causado que en poco tiempo hubiera tenido que soportar más palizas y dolor que en el resto de su vida junta.
_Ju, y yo pensaba que los entrenamientos de Piccolo podían llegar a ser dolorosos-pensaba Pan amargamente, mientras a sus lágrimas de dolor se sumaban las de rabia y desdicha_. ¿Es este el final? ¿Voy a morir aquí, en un mundo extraño con la única compañía de Bra, que no tardará en correr la misma suerte?
Buu, ya estaba ante ella, pero en ese momento, como invocada por los pensamientos de Pan, repentinamente Bra intervino, corriendo a toda velocidad y embistiendo a Buu con todas sus fuerzas, el cual, tomado por sorpresa, fue derribado una vez más.
-Bra...-musitó Pan.
Bra miró a Pan, que ya había perdido la transformación en Supersaiyana y yacía en el suelo muy magullada y sin poder moverse.
-¡Pan, lo siento, si fuera más fuerte y valiente podría haberte ayudado, sin embargo eres tú la que siempre da la cara y tiene que defenderme! Así que esta vez no podía dejarte de nuevo a ti sola en esta situación desesperada. Me he obligado a venir a pesar de tener tanto miedo que tengo que esforzarme para no orinarme encima. Pero si vamos a morir, mejor hacerlo juntas.
-Gracias Bra... En realidad eres muy valiente... Aún no hay que perder la esperanza del todo-dijo Pan.
-Bueno, por ahora creo que lo mejor es intentar huir. Kibito está inconsciente, cuando se despierte y te cure...-Bra enmudeció cuando sintió una presencia amenazadora justo detrás de ella. Era Buu preparándose para asestar un golpe. Bra cerró los ojos aceptando lo inevitable, pero el golpe fatal nunca llegó. Un ataque de ki llegó de alguna parte y le voló la cabeza a Buu.
-¡No se te ocurra ponerle las manos encima a mi hija, pedazo de basura!-espetó Vegeta.